Así fue mi «Guitare en Pireneus»

Cuando mi amigo y excelente músico Daniel Torres Tear me presentó a Luis Soria hace unos meses, no pensé ni por un momento todo lo que se me venía encima. Sorpresas te da la vida, que diría Rubén Blades.

Como una inocente e inocua casualidad Luis me escuchó cantar y tocar alguna canción, asado y vino mediante en casa de Daniel y luego de hacerme el honor de tocar una zamba conmigo me invitó, sorpresivamente, al festival que él organiza en Francia, donde reside y desarrolla su actividad de músico y luthier: el Festival Guitare en Pireneus.

Soria es un reconocido guitarrista clásico de trayectoria internacional, y yo quedé un poco perplejo por la invitación, ya que al mencionarme el cartel de este año ni por asomo veía mi encaje en semejante lista de talentos:

James Klein, Johan Smith, Santiago Becerra, Carlos Aravena, Dúo Resonance (Bernadetta Mitzialek y Jean Magggio), Gilbert Imperial, Flavie Nicolás, José del Valle, el mismo Luis Soria y mi amigo Daniel Torres Tear.

Todos guitarristas de fama internacional!

Obviamente expuse mis reticencias a Luis y Daniel, y ellos me tranquilizaron y me aclararon algo que a veces me cuesta entender: La música es un lenguaje universal y no sólo es cuestión de matemáticas.

Apelaron a mis raíces populares, al folclore y al tango que yo hago y conozco desde pequeño, y así me convencieron y me convencí.

No voy a contar toda la experiencia (diez días, cinco conciertos, localidades y paisajes fascinantes y un par de colaboraciones) porque sería largo y puede sonar vanidoso.

Sólo diré que agradezco a Luis Soria y Daniel Torres el haberme convencido de ir.

Nunca pensé (y hasta hoy me cuesta asimilar) que mis canciones, mi folklore y mi tango, despertasen tanta aceptación y cariño en un público tan diferente y con la barrera idiomática de por medio. Fue alucinante y por momentos mágico.

Quiero destacar la humildad y el respeto con que me recibieron y aceptaron mis compañeros, la grandeza de eximios profesionales para compartir mi humilde música.

No miento si digo que estaba como un niño en una juguetería.

Un día improvisaba algo con Carlos Aravena o Santiago Becerra, al otro tocaba un tema de Andrés Calamaro con James Klein o cantaba chacareras para Bernadeta y Jean Maggio…  era lo que uno sueña a veces y no sabe si algún día dejará de ser un sueño; tocar canciones, casi olvidadas por mí, del cancionero más popular y antiguo de mi tierra acompañado de semejantes genios, es algo que no tiene precio y que no olvidaré.

Resumen, balance y conclusiones:

Me traigo para mí los miles de «merci» de la gente del público, el intento enternecedor de hacerme saber la emoción que les había causado mi música (prometo aprender francés para la próxima), el silencio respetuoso en las actuaciones, los abrazos sinceros y los tres besos que te dan para despedirse… no puedo más que decir: GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS!!!

Y en el plano meramente profesional, me traigo muchas invitaciones a festivales, lugares, ciudades y pueblos donde quieren que vuelva. Será apasionante hacerlo! Merci boucout a tout!!!

Posdata:

No puedo dejar de mencionar a las personas que colaboraron para hacer nuestro trabajo y estancia mucho más fácil.

Natalia Jurado, esposa de Luis y buena cantante.

Maurice Jourda, imposible no agradecerte tu amistad y generosidad.

Carolina, mi colombiana favorita.

Celine Roux, la simpatía hecha mujer.

Malú Espinoza (nos quedan cosas por charlar? Jajaja).

Américo y Didier, el talentoso dúo Taquile apoyando cada concierto y su amor por la música andina.

Cristoph, inmenso tu trabajo en la Manufacture.

Por siempre GRACIAS!!!

Guitare en Pireneus 2023

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